Descripción general
El trastorno de apetito desenfrenado es un trastorno grave de la alimentación en el que sueles consumir cantidades extraordinariamente grandes de alimentos y te sientes incapaz de parar de comer.
Casi todos comemos de más en algunas ocasiones, por ejemplo, cuando nos servimos una segunda o una tercera porción de una comida durante las fiestas. Sin embargo, para algunas personas, comer de manera excesiva con la sensación de que se pierde el control y que esto se vuelva algo habitual pasa a ser un trastorno de apetito desenfrenado.
Cuando tienes el trastorno de apetito desenfrenado, puedes sentirte avergonzado por comer en exceso y prometer que vas a dejar de hacerlo. No obstante, sientes una compulsión tan fuerte que no puedes resistir la necesidad y continúas comiendo en exceso. Si padeces el trastorno de apetito desenfrenado, el tratamiento puede ser de ayuda.
Síntomas
La mayoría de las personas con trastorno por atracones tienen sobrepeso o son obesas, pero tú puedes tener un peso normal. Los signos y síntomas conductuales y emocionales del trastorno por atracones incluyen los siguientes:
- Comer cantidades inusualmente grandes de comida en un tiempo determinado, por ejemplo, durante un período de dos horas.
- Sentir que la conducta alimenticia está fuera de control.
- Comer incluso cuando estás lleno o no tienes hambre.
- Comer con rapidez durante los episodios de atracones.
- Comer hasta que estás demasiado lleno.
- Comer solo o a escondidas con frecuencia.
- Sentirte deprimido, enojado, avergonzado, culpable o molesto por tus hábitos alimentarios.
- Hacer dietas con frecuencia, posiblemente sin bajar de peso.
A diferencia de una persona con bulimia, después de un atracón, no sueles vomitar, usar laxantes ni hacer ejercicios físicos en exceso para compensar las calorías adicionales que comiste. Puedes intentar hacer una dieta o comer las comidas habituales. Sin embargo, restringir tu alimentación puede llevarte a más atracones.
La gravedad del trastorno por atracones se determina a través de la frecuencia de los episodios durante una semana.
Cuándo debes consultar con un médico
Si tienes síntomas de trastorno de apetito desenfrenado, busca atención médica lo más rápido posible. Los problemas del apetito desenfrenado pueden variar desde algo temporal a una situación recurrente, e incluso pueden persistir durante años si no se obtiene tratamiento.
Habla con el proveedor de atención médica o con un profesional de la salud mental sobre los síntomas y sentimientos asociados con el apetito desenfrenado. Si no quieres buscar tratamiento, habla con alguien en quien confíes acerca de lo que te sucede. Un amigo, un ser querido, un maestro o un líder religioso puede ayudarte a dar los primeros pasos de un tratamiento exitoso para el trastorno de apetito desenfrenado.
Ayudar a un ser querido que presenta síntomas
Una persona con trastorno de apetito desenfrenado puede convertirse en experto en ocultar su comportamiento, por lo cual es difícil para los demás detectar el problema. Si crees que un ser querido tiene síntomas de trastorno de apetito desenfrenado, habla con él de forma abierta y honesta sobre lo que te preocupa.
Dale tu apoyo y aliento. Ofrece ayuda para buscar un proveedor de atención médica calificado o un profesional de la salud mental, y pide una consulta. Puedes ofrecerte para acompañarlo.
Causas
Se desconocen las causas del trastorno por atracones y purgas. Sin embargo, la genética, los factores biológicos, las dietas prolongadas y los problemas psicológicos aumentan tu riesgo.
Factores de riesgo
El trastorno de apetito desenfrenado es más común en mujeres que en hombres. Si bien el trastorno de apetito desenfrenado puede presentarse a cualquier edad, por lo general comienza en los últimos años de la adolescencia o poco después de cumplir los 20.
Estos son algunos de los factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar el trastorno de apetito desenfrenado:
- Antecedentes familiares. Es mucho más probable que padezcas un desorden alimenticio si tus padres o hermanos tienen (o tuvieron) algún desorden alimenticio. Esto puede indicar que la herencia genética aumenta el riesgo de desarrollar trastornos alimenticios.
- Dieta. Muchas personas con trastorno de apetito desenfrenado tienen antecedentes de haber hecho dietas. Hacer dietas o restringir las calorías durante el día puede provocar una necesidad de comer en exceso, en especial si tienes síntomas de depresión.
- Problemas psicológicos. Muchas personas que tienen trastorno de apetito desenfrenado tienen una mirada negativa de ellas mismas, y de sus habilidades y logros. Los desencadenantes de los atracones pueden incluir el estrés, una mala imagen corporal propia y la disponibilidad de las comidas preferidas.
Complicaciones
Es posible que tengas problemas psicológicos o físicos relacionados con el apetito desenfrenado.
Entre las complicaciones que puede causar el trastorno de apetito desenfrenado se incluyen los siguientes:
- Mala calidad de vida
- Problemas para funcionar en el trabajo, con la vida personal o en situaciones sociales
- Aislamiento social
- Obesidad
- Enfermedades relacionadas con la obesidad, como problemas en las articulaciones, enfermedad cardíaca, diabetes tipo 2, enfermedad por reflujo gastroesofágico, y algunos trastornos respiratorios relacionados con el sueño
Entre los trastornos psiquiátricos que a menudo se vinculan con el trastorno de apetito desenfrenado se incluyen los siguientes:
- Depresión
- Trastorno bipolar
- Ansiedad
- Trastornos de consumo de drogas
Prevención
Si bien no hay una manera segura de evitar el trastorno de apetito desenfrenado, si tienes síntomas de comer en exceso, busca ayuda profesional. El médico puede aconsejarte sobre dónde obtener ayuda.
Si piensas que un amigo o ser querido tiene un problema de apetito desenfrenado, trata de orientarlo hacia una conducta alimentaria más saludable y a obtener tratamiento profesional antes de que la situación empeore. Si tienes hijos, haz lo siguiente:
- Fomenta y refuerza una imagen corporal saludable, independientemente de su figura o tamaño
- Habla con el proveedor de atención primera de tu hijo, quien está en una buena posición para identificar indicadores tempranos de un trastorno de la alimentación y ayudar a evitar su desarrollo
Diagnóstico
Para diagnosticar el trastorno de apetito desenfrenado, es posible que el proveedor de atención médica recomiende una evaluación psicológica, incluida una discusión sobre tus hábitos alimenticios.
El proveedor de atención médica también puede solicitar otras pruebas para verificar si hay consecuencias en la salud debido al trastorno de apetito desenfrenado, como colesterol alto, presión arterial alta, problemas cardíacos, ERGE y algunos trastornos respiratorios relacionados con el sueño. Estas pueden incluir las siguientes:
- Un examen físico
- Análisis de sangre y orina
- Una consulta en un centro de trastornos del sueño
Tratamiento
Los objetivos del tratamiento del trastorno de apetito desenfrenado son reducir los atracones y lograr hábitos de alimentación saludables. Debido a que los atracones pueden estar muy entrelazados con la vergüenza, la mala imagen de sí mismo y otras emociones negativas, el tratamiento también puede enfocarse en estos temas y en cualquier otro problema de la salud mental, como la depresión. Al obtener ayuda para tratar el apetito desenfrenado, también puedes aprender cómo sentir que tienes más control sobre tu alimentación.
Psicoterapia
Ya sea en sesiones individuales o grupales, la psicoterapia (también denominada terapia conversacional) puede ayudarte a cambiar los hábitos poco saludables por hábitos saludables y a reducir los episodios de atracones. Los ejemplos de psicoterapia incluyen:
- Terapia cognitivo-conductual. La terapia cognitivo-conductual puede ayudarte a afrontar mejor los problemas que pueden provocar episodios de atracones, como los sentimientos negativos acerca de tu cuerpo o un estado de ánimo deprimido. También puede darte un mejor sentido de control de tu comportamiento y ayudarte a regular los patrones de alimentación.
- Terapia interpersonal. Este tipo de terapia se centra en tus relaciones con otras personas. El objetivo es mejorar tus habilidades interpersonales: cómo te relacionas con los demás, incluidos tus familiares, amigos y compañeros de trabajo. Esto puede ayudar a reducir los episodios de atracones ocasionados por las relaciones problemáticas y las habilidades de comunicación poco saludables.
- Terapia dialéctica conductual. Este tipo de terapia puede ayudarte a aprender habilidades conductuales que te ayudan a tolerar el estrés, regular tus emociones y mejorar tus relaciones con los demás; todo esto puede reducir el deseo de consumir en exceso.
Medicamentos
El dimesilato de lisdexanfetamina (Vyvanse), un medicamento para tratar el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, es el primer medicamento aprobado por la FDA para el tratamiento del trastorno de apetito desenfrenado moderado a grave en adultos. Como estimulante, Vyvanse tiene el potencial de generar acostumbramiento y abuso. Los efectos secundarios frecuentes incluyen sequedad bucal e insomnio pero pueden presentarse efectos secundarios más graves.
Hay otros tipos de medicamentos que pueden ayudar a reducir los síntomas. Estos son algunos ejemplos:
- Topiramato (Topamax), un anticonvulsivo. Usado por lo general para controlar las convulsiones, se ha observado que topiramato también reduce los episodios de apetito desenfrenado. Sin embargo, existen efectos secundarios, como mareos, nerviosismo, somnolencia y dificultades para concentrarse, de manera que debes hablar con el proveedor de atención médica sobre los riesgos y beneficios.
- Antidepresivos. Los antidepresivos pueden reducir el apetito desenfrenado. No está claro cómo reducen las ansias de comer, pero este efecto puede estar relacionado con la forma en que afectan los químicos cerebrales asociados con el estado de ánimo.
Aunque estos medicamentos pueden ser útiles para controlar los episodios de alimentación desenfrenada, quizás no tengan efectos sobre la reducción del peso.
Estilo de vida y remedios caseros
Normalmente, tratar el trastorno por atracones por tu cuenta no da resultado. Pero, además de buscar ayuda profesional, puedes tomar estas medidas de cuidado personal para reforzar tu plan de tratamiento:
- Sigue estrictamente tu tratamiento. No faltes a las sesiones de tratamiento. Si tienes un plan de alimentación, haz todo lo posible por mantenerlo y no permitas que los contratiempos arruinen tus esfuerzos generales.
- Evita hacer dieta, salvo que sea con supervisión. Si intentas hacer dieta, esto podría desencadenar más episodios de atracones, lo que generará un ciclo vicioso difícil de romper. Habla con tu profesional médico acerca de las estrategias para controlar el peso adecuadas para ti; no hagas dieta salvo que se recomiende para el tratamiento de tu trastorno alimenticio y esté supervisada por el profesional médico.
- Desayuna. Muchas personas con trastorno por atracones no desayunan. Pero, si desayunas, puedes ser menos propenso a consumir alimentos con un mayor contenido de calorías en otros momentos del día.
- Organiza tu entorno. La disponibilidad de determinados alimentos puede desencadenar episodios de atracones en algunas personas. No tengas en tu casa alimentos tentadores que promuevan los atracones, o limita tu exposición a esos alimentos tanto como puedas.
- Incorpora los nutrientes adecuados. Solo porque comas mucho durante los atracones no significa que consumas los tipos de alimentos que te proporcionan todos los nutrientes esenciales. Pregúntale a tu profesional médico si necesitas modificar tu alimentación para incorporar las vitaminas y los minerales esenciales.
- Mantente en contacto. No te aísles de los familiares y amigos que se preocupan por ti y quieren verte saludable. Entiende que solo quieren lo mejor para ti.
- Haz actividad física. Pregúntale a tu profesional médico qué tipo de actividad física es adecuada para ti, especialmente si tienes problemas de salud relacionados con el sobrepeso.
Medicina alternativa
Las personas con trastornos alimentarios pueden abusar de la mayoría de los suplementos dietarios y los productos a base de hierbas diseñados para disminuir el apetito o ayudar a bajar de peso, que suelen ser ineficaces. Recuerda que natural no siempre significa seguro. Los suplementos o las hierbas para bajar de peso pueden tener efectos secundarios graves e interactuar de forma peligrosa con otros medicamentos.
Si optas por suplementos o hierbas dietarias, habla sobre los riesgos potenciales con el proveedor de atención médica.
Estrategias de afrontamiento y apoyo
Vivir con un trastorno de la conducta alimentaria es especialmente difícil porque debes lidiar con la comida a diario. Estos son algunos consejos para ayudarte a enfrentar la situación:
- No seas tan duro contigo mismo. No aceptes tu propia autocrítica.
- Identifica las situaciones que pueden desencadenar las conductas alimenticias destructivas, para poder elaborar un plan de acción para lidiar con ellas.
- Busca ejemplos positivos para imitar que puedan ayudarte a aumentar tu autoestima. Recuerda que las modelos o las actrices extremadamente delgadas que se muestran en las revistas femeninas no suelen reflejar cuerpos realistas y sanos.
- Intenta encontrar a un familiar o a un amigo de confianza con el que puedas hablar sobre lo que está ocurriendo.
- Intenta encontrar a una persona que pueda acompañarte en la batalla contra los atracones, alguien a quien puedas llamar para pedirle ayuda, en lugar de darte un atracón.
- Encuentra maneras positivas de sentirte en plenitud al hacer algo solo por diversión o para relajarte, como yoga, meditación o simplemente una caminata.
- Considera la posibilidad de llevar un diario con tus sentimientos y conductas. Escribir un diario puede hacer que tomes conciencia de tus sentimientos y acciones, y cómo se relacionan.
Obtén apoyo
Si tienes trastorno de apetito desenfrenado, tú y tu familia pueden encontrar grupos de apoyo que sirvan para dar estímulo, esperanza y consejos sobre cómo afrontar la situación. Los miembros del grupo de apoyo pueden comprender lo que estás atravesando porque han pasado por eso. Pregúntale al médico si tiene información sobre un grupo en tu área.
Preparación para la consulta
Es posible que el tratamiento del trastorno de apetito desenfrenado involucre un enfoque de equipo que incluya médicos y otros proveedores de atención médica, profesionales de la salud mental y nutricionistas con experiencia en trastornos de la alimentación.
A continuación, se presenta información que te ayudará a prepararte para las consultas. Pídele a un familiar o a un amigo que te acompañen, si es posible, para ayudarte a recordar los puntos clave y brindar un mayor panorama de la situación.
Qué puedes hacer
Antes de la consulta, prepara una lista de lo siguiente:
- Los síntomas que experimentas, incluidos aquellos que quizás no parezcan relacionados con el motivo de la consulta.
- Información personal esencial, como episodios de estrés importantes o cambios recientes en tu vida.
- Todos los medicamentos que tomes, así como hierbas, vitaminas u otros suplementos, y las dosis de cada uno.
- Tu alimentación en un día típico, esto puede ayudar al profesional médico o profesional de la salud mental a entender tus hábitos alimentarios.
Las siguientes son algunas preguntas que puedes hacerle al profesional médico o profesional de la salud mental:
- ¿Cuáles son los tratamientos disponibles, y cuál me recomienda?
- Si la medicación es una parte del tratamiento, ¿hay un medicamento genérico disponible?
- ¿Tiene folletos u otros materiales impresos que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomienda?
No dudes en hacer cualquier otra pregunta durante la consulta.
Qué esperar del médico
Es probable que tu profesional de salud mental u otro profesional de salud te haga una serie de preguntas, tales como:
- ¿En qué consiste tu ingesta diaria de alimentos habitual?
- ¿Comes cantidades inusualmente grandes de comida o hasta que estás demasiado lleno?
- ¿Sientes que tu alimentación está fuera de control?
- ¿Has intentado bajar de peso? Si es así, ¿cómo?
- ¿Piensas en comida con frecuencia?
- ¿Comes incluso cuando estás lleno o no tienes hambre?
- ¿Alguna vez comes a escondidas?
- ¿Te sientes deprimido, avergonzado o culpable con respecto a tu alimentación?
- ¿Alguna vez te provocaste el vómito para eliminar calorías?
- ¿Te preocupa tu peso?
- ¿Haces ejercicio? ¿Con qué frecuencia?
Tu profesional de salud mental u otro profesional de salud te hará preguntas adicionales según tus respuestas, síntomas y necesidades. Preparar y anticipar preguntas te ayudará a aprovechar al máximo tu consulta.
Rafael Sanchez Cardona. M.D. M.Sc.
Médico y Cirujano de la Fundación Universitaria Juan N. Corpas, Especializado con Master en Gastroenterología, Hepatología y Endoscopia Digestiva de la Universidad Católica de Murcia (España)