Descripción general
Un hemangioma hepático es un tumor no canceroso (benigno) en el hígado formado por una maraña de vasos sanguíneos. También conocidos como hemangiomas hepáticos o hemangiomas cavernosos, estos tumores hepáticos son comunes y se estima que se presentan hasta en un 20 % de la población.
La mayoría de los casos de hemangiomas hepáticos se descubren durante un estudio por imágenes realizado por alguna otra afección. Las personas que tienen un hemangioma hepático rara vez tienen signos y síntomas, y normalmente no necesitan tratamiento.
Puede ser inquietante saber que tienes un tumor en el hígado, incluso si es benigno. Sin embargo, no hay evidencia de que un hemangioma hepático no tratado pueda derivar en un cáncer de hígado.
Síntomas
En la mayoría de los casos, un hemangioma hepático no causa signos ni síntomas.
Sin embargo, cuando un hemangioma hepático causa signos y síntomas, estos pueden incluir:
- Dolor en la parte superior derecha del abdomen
- Sensación de saciedad después de comer solo una pequeña cantidad de comida (saciedad temprana)
- Náuseas
- Vómitos
Sin embargo, estos síntomas no son específicos y, en la mayoría de los casos, pueden deberse a otra cosa, incluso si tienes un hemangioma hepático, ya que suelen ser asintomáticos.
Cuándo consultar al médico
Solicita una consulta con el médico si tienes cualquier signo o síntoma persistente que te preocupe.
Causas
No está claro qué causa la formación de un hemangioma hepático. Los médicos creen que los hemangiomas hepáticos están presentes al nacer (congénitos).
Un hemangioma hepático suele presentarse como una única acumulación anormal de vasos sanguíneos de menos de 1,5 pulgadas (unos 4 centímetros) de ancho. En ocasiones, los hemangiomas hepáticos pueden ser más grandes o manifestarse de forma múltiple. Los hemangiomas de gran tamaño pueden aparecer en niños pequeños, pero esto es poco frecuente.
En la mayoría de las personas, un hemangioma hepático nunca crecerá y nunca causará ningún signo o síntoma. Sin embargo, en un pequeño número de personas, un hemangioma hepático crecerá hasta causar síntomas y requerir tratamiento. No está claro por qué ocurre esto.
Factores de riesgo
Entre los factores que pueden aumentar el riesgo de que se diagnostique un hemangioma hepático se incluyen los siguientes:
- La edad. Un hemangioma hepático se puede diagnosticar a cualquier edad, pero es más comúnmente diagnosticado en personas de 30 a 50 años.
- Sexo. Las mujeres son más propensas a ser diagnosticadas con un hemangioma hepático que los hombres.
- Embarazo. Las mujeres que han estado embarazadas tienen más probabilidades de ser diagnosticadas con un hemangioma hepático que las mujeres que nunca han estado embarazadas. Se cree que la hormona estrógeno, que se eleva durante el embarazo, puede tener un papel en el crecimiento del hemangioma hepático.
- Terapia de reemplazo hormonal. Las mujeres que usan terapia de reemplazo hormonal para los síntomas de la menopausia tienen más probabilidades de ser diagnosticadas con un hemangioma hepático que las mujeres que no lo hacen.
Complicaciones
Las mujeres a las que se les diagnosticó hemangiomas hepáticos corren el riesgo de sufrir complicaciones si quedan embarazadas. Se cree que la hormona femenina estrógeno, que aumenta durante el embarazo, provoca el crecimiento de algunos hemangiomas hepáticos.
En muy raras ocasiones, un hemangioma en crecimiento puede causar signos y síntomas que pueden requerir tratamiento, como dolor en el cuadrante superior derecho del abdomen, hinchazón abdominal o náuseas. Tener un hemangioma hepático no significa que no puedas quedarte embarazada. Sin embargo, hablar de las posibles complicaciones con el médico puede ayudarte a tomar una decisión más informada.
Los medicamentos que afectan a los niveles hormonales del organismo, como las píldoras anticonceptivas, podrían provocar un aumento de tamaño y complicaciones si se te diagnosticó un hemangioma hepático. Sin embargo, esto es controvertido. Si estás considerando este tipo de medicamentos, analiza los beneficios y los riesgos con el médico.
Diagnóstico
Las pruebas utilizadas para diagnosticar los hemangiomas hepáticos incluyen los siguientes:
- La ecografía es un método de diagnóstico por imágenes que utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para obtener imágenes del hígado
- La tomografía computarizada combina una serie de imágenes de rayos X tomadas desde diferentes ángulos alrededor del cuerpo y utiliza procesamiento computarizado para crear imágenes trasversales (rebanadas) del hígado
- Las imágenes por resonancia magnética son una técnica que utiliza un campo magnético y ondas de radio para crear imágenes detalladas del hígado
- La centellografía es un tipo de diagnóstico por imágenes nuclear que utiliza un material de rastreo radioactivo para obtener imágenes del hígado
Según tu situación, quizás se puedan utilizar otras pruebas.
Tratamiento
Si tu hemangioma hepático es pequeño y no causa ningún signo o síntoma, no necesitará tratamiento. En la mayoría de los casos, un hemangioma hepático nunca crecerá ni causará problemas. El médico puede programar exámenes de seguimiento para revisar periódicamente el crecimiento del hemangioma hepático si este es grande.
El tratamiento del hemangioma hepático depende de la ubicación y el tamaño del hemangioma, de si tienes más de un hemangioma, de tu salud en general y de tus preferencias.
Entre las opciones de tratamiento, se incluyen las siguientes:
- Cirugía para extirpar el hemangioma hepático. Si el hemangioma puede separarse fácilmente del hígado, el médico puede recomendar una cirugía para extirpar el tumor.
- Cirugía para extirpar parte del hígado, incluido el hemangioma. En algunos casos, es posible que los cirujanos tengan que extirpar una parte del hígado junto con el hemangioma.
- Procedimientos para detener el flujo sanguíneo al hemangioma. Sin suministro de sangre, puede que el hemangioma deje de crecer o se reduzca. Dos formas de detener el flujo sanguíneo son atar la arteria principal (ligadura de la arteria hepática) o inyectar medicamentos en la arteria para bloquearla (embolización arterial). El tejido hepático sano no sufre daños porque puede extraer sangre de otros vasos cercanos.
- Cirugía para el trasplante de hígado. En el improbable caso de que tengas un hemangioma grande o varios hemangiomas que no se puedan tratar por otros medios, el médico puede recomendar la cirugía para extirpar el hígado y reemplazarlo por un hígado de un donante.
- Radioterapia. La radioterapia utiliza haces de energía potentes, como los rayos X, para dañar las células del hemangioma. Este tratamiento rara vez se usa debido a la disponibilidad de tratamientos más seguros y eficaces.
Preparación para la consulta
La mayoría de los hemangiomas hepáticos se descubren durante una prueba o un procedimiento por otra cuestión. Si sospechan que tienes una masa hepática, pueden derivarte a un médico que se especialice en el sistema digestivo (gastroenterólogo) o a uno especialista del hígado (hepatólogo).
A continuación, encontrarás información útil para ayudarte a prepararte para la consulta y saber qué esperar del médico.
Qué puedes hacer
- Ten en cuenta cualquier restricción previa a la consulta. Cuando programes la consulta, asegúrate de preguntar si hay algo que debas hacer con anticipación, como por ejemplo restringir tu dieta.
- Anota todos los síntomas que tengas. La mayoría de las personas con hemangiomas hepáticos no tienen ningún signo ni síntoma.
- Haz una lista de todos los medicamentos, vitaminas y suplementos que tomes.
- Lleva a un familiar o amigo de confianza. Puede resultar difícil recordar toda la información que se proporciona durante una consulta. Un acompañante puede recordar algún detalle que hayas olvidado o pasado por alto.
- Anota preguntas para hacerle a tu médico.
En el caso de un hemangioma hepático, algunas preguntas básicas para hacerle a tu médico incluyen:
- ¿De qué tamaño es mi hemangioma hepático?
- ¿Tengo un solo hemangioma o múltiples hemangiomas?
- ¿Está creciendo mi hemangioma hepático?
- ¿Qué otras pruebas necesito hacerme?
- ¿Necesito tratamiento para el hemangioma hepático?
- ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomienda?
- ¿Tengo que programar una visita de seguimiento?
- ¿Hay medicamentos que pueden empeorar mi hemangioma?
- ¿El hemangioma es la causa de mis síntomas?
No dudes en hacer otras preguntas que tengas.
Qué esperar del médico
Es probable que el médico te haga una serie de preguntas, por ejemplo:
- ¿Has tenido dolor, náuseas, pérdida de apetito o sensación de sentirte lleno después de ingerir una pequeña cantidad de comida?
- ¿Has estado embarazada?
- ¿Has utilizado terapia de reemplazo hormonal?
Rafael Sanchez Cardona. M.D. M.Sc.
Médico y Cirujano de la Fundación Universitaria Juan N. Corpas, Especializado con Master en Gastroenterología, Hepatología y Endoscopia Digestiva de la Universidad Católica de Murcia (España)